Vender complementos alimenticios y medicamentos no es el único objetivo que debes plantearte como farmacéutico. Saber cómo gestionar adecuadamente un equipo de farmacia tiene que ser también una de tus prioridades. De ello dependen en buena medida los resultados posteriores.
Si quieres saber qué pautas seguir para conseguir un equipo de farmacia perfectamente organizado. ¡Sigue leyendo!
Claves para la correcta gestión del equipo de farmacia
Gestionar un equipo humano no es en absoluto sencillo, pero la complicación aumenta aún más cuando hablamos de un equipo de farmacia. Esto es así por varias razones, relacionadas con las características propias de las oficinas de farmacia:
- Los miembros del equipo trabajan codo con codo durante 8 horas diarias.
- Se trata de negocios sin la cobertura de un departamento especializado en RRHH.
- El trato con el cliente es permanente, con el consiguiente desgaste que conlleva.
- Los salarios suelen ceñirse tradicionalmente a lo establecido en el convenio.
Con todo esto en mente, parece claro que a los integrantes de un equipo de farmacia hay que ofrecerles algo más que un lugar de trabajo y un sueldo para mantener su motivación. Y hay que hacerlo día tras día, con acciones que formen parte de un plan de gestión encaminado a aumentar su satisfacción, fomentar el trabajo en equipo y facilitar la formación y el desarrollo de los trabajadores.
¿Cuáles han de ser esas acciones? Entre todas ellas, destacan las siguientes:
- Definir, comunicar y promocionar los objetivos
Este es el primer paso: la definición de los objetivos y la alineación de todos los miembros del equipo con el centro de salud y bienestar. Para lograr esto último, es fundamental que los objetivos sean correctamente entendidos e interiorizados por parte de todos los trabajadores. Para ello, será necesario que esas metas de negocio sean:
- Fácilmente comprensibles, sin complejidades.
- Medibles y cuantificables.
- Alcanzables y realistas.
- Coherentes con la cultura empresarial.
- La transparencia y la escucha activa
Para que cada uno de los miembros del equipo de la farmacia se comprometa con la consecución de los objetivos, es fundamental crear un clima de honestidad y transparencia entre el titular y los trabajadores de la farmacia.
De hecho, es altamente recomendable que los objetivos estratégicos que se determinen sean el resultado de escuchar activamente lo que el personal tiene que decir al respecto. No olvides que son los trabajadores quienes más tiempo pasan al frente del mostrador y mejor conocen lo que esperan, quieren y necesitan los pacientes.
En consecuencia, organizar reuniones periódicas (breves, pero efectivas) puede ser una buena idea para practicar esa escucha activa tan importante que añade valor al trabajo y la opinión del equipo de tu farmacia.
- La clara definición de las tareas
Que cada integrante de la farmacia tenga claro qué ha de hacer y cómo hacerlo en cada momento es vital para conseguir la máxima eficiencia en el negocio. Y no solo eso: los trabajadores han de conocer también cuáles son las funciones y responsabilidades concretas de sus compañeros, para evitar así cualquier atisbo de competencia o recelo entre ellos.
- El control de resultados efectuado por los propios empleados
No se trata de vigilarlos y controlarlos, sino de darles las herramientas necesarias para que sean ellos mismos los que supervisen sus resultados y su evolución. Los indicadores serán, en este sentido, imprescindibles para monitorizar los avances y establecer las medidas correctoras pertinentes.
- La venta marcada por la coherencia
Ante situaciones de necesidad, cuando los pacientes entran en la farmacia buscando una solución urgente a su problema, el equipo al completo ha de ofrecer un discurso homogéneo y una imagen de unidad.
Esto quiere decir que debe establecerse con anterioridad qué producto o productos se van a recomendar en cada caso. Así, los clientes recurrentes (que son la mayoría), detectarán coherencia y profesionalidad en la atención recibida.
- La motivación de los empleados
Terminamos con la acción más importante de todas, la que va a marcar la diferencia entre un equipo eficiente y uno que no lo es. Todo lo anterior va encaminado a maximizar la motivación de los trabajadores, pero esto se potencia, sobre todo:
- Reconociendo en público los logros.
- Estableciendo incentivos más allá del salario.
- Fomentando la formación integral de los empleados.
- Mostrando interés permanente por sus necesidades e inquietudes.
Como titular de la farmacia, no debes trabajar solo. Es por eso que desde Deiters te animamos a apostar por el esfuerzo conjunto y coordinado, ya que va a ser la base del buen rendimiento de tu equipo de farmacia.